foto de Pablo Etchevers |
La mejor intervención preventiva en salud mental para los próximos 30 años es... hacer actividades aeróbicas, como caminar, nadar, andar en bicicleta o bailar, afirmó el doctor Fernando Taragano, presidente del congreso de psiquiatria y agrega:"Hacer actividad física trae innumerables beneficios en cualquier momento de la vida.
Pero a cierta edad, la intervención aeróbica es un tratamiento médico". Tenemos que ampliar nuestro vademécum. En la Argentina, desde 1950 la población adulta se multiplicó por nueve, y la infantil, por dos. Esto significa que hay un número enorme de nuevos casos en los que la psicopatología vascular adquiere una dimensión que antes no tenía. Por eso no se le prestaba tanta atención. En estos y otros motivos de consulta psiquiátrica, como los trastornos del sueño, el estrés, la ansiedad y la depresión, la intervención aeróbica da muy buenos resultados. Lo que ocurre es que, de tan sencilla y obvia, ni los médicos ni los pacientes le dan importancia. En realidad, el sedentarismo es contra natura. Nuestros genes están diseñados para la caminata. Si bien Internet y el automóvil son maravillosos, tienen como contrapartida el sedentarismo. Y tener fácil acceso al alimento también es fantástico, pero tiene como efecto adverso la combinación de grasas, azúcar y sal. Nuestros genes no están hechos para estas cosas. Por lo tanto, uno sospecharía que volver a la naturaleza nos devuelve beneficios en distintos dominios. Sí, hipotéticamente sería plausible pensar que también en otras dolencias puede haber beneficios y que se atenuarán muchos de los síntomas, aunque no erradique ni cure la enfermedad.
De hecho, esto no es novedoso: mens sana in corpore sano.
Extraido de La Nacion.com